
Cinco mandamientos de los manjares navideños
¡Ah, Navidad! Esa época para compartir, reunirse en familia, ver a los amigos lejanos, cantar villancicos y… ¡comer, comer, comer! Para qué negarlo, diciembre es el paraíso de todo foodie porque representa la fusión perfecta de una experiencia gastronómica y emocional.
Y es que no debemos esperar a que llegue Nochebuena para probar los sabores tan característicos de Navidad, basta con que llegue el primer día de la novena para que, en cada casa, empiecen las preparaciones más dulces y los bocadillos tradicionales de estas fechas.
¿De qué manjares hablamos? En lugar de enlistar cada uno de ellos —porque seguro ya los conoces desde tu infancia— hemos preparado una lista de cinco mandamientos que reúnen lo esencial de las tradiciones culinarias navideñas de los hogares ecuatorianos.
1. Combinarás dulce y salado a la hora del postre
Si tuvieramos que describir a los dulces de nuestro país en dos palabras, seguramente serían: sencillos y deliciosos. Y justo dentro de esa sencillez, se encuentra un postre con una combinación muy especial. ¿Ya sabes de cuál estamos hablando?
¡Claro que si!, nos referimos al dulce de higos con queso.
Aunque en Europa y Medio Oriente los higos se suelen comer frescos, crudos o deshidratados; en Latinoamérica los preparamos con panela. La razón de esta diferencia es más geográfica que de gustos. Esta fruta no madura en nuestras latitudes con el dulzor que lo hace en otros lugares del mundo.
Ahora si, volvamos a lo que dicta el mandamiento. En Ecuador, para que el dulce de higos esté completo, se tiene que acompañar con queso fresco, ese ingrediente que además de aportar texturas y sabores que equilibran el postre, disminuye el posible empalago. Inteligente, ¿no?

2. Afirmarás que todo lo “envuelto” es delicioso
Tamales de maíz, de papa, de verde. Chigüiles. Humitas dulces o saladas. Quimbolitos. Una gran variedad de exquisitos bocadillos que nuestras abuelitas cocinaban siempre envueltos y al vapor. Pero, ¿de dónde viene esta costumbre?
La técnica de cocinar los alimentos utilizando hojas vegetales —como de achira, maíz, bijao o plátano— a modo de envoltura, ha llegado a nosotros desde las hábiles manos de los pobladores originarios de los Andes.
Los tamales en específico, tienen múltiples variaciones según los productos locales y las recetas secretas de cada familia. El tamal quiteño, por ejemplo, está elaborado con una masa ligeramente dulce, rellena de carne, pollo o cerdo.

3. Freirás los dulces para aumentar la diversión
¡Es momento de nuestros favoritos! Esos postres tradicionales, crujientes y esponjosos, que tuvieron su origen en la época colonial y continúan preparándose hoy. No importa si eres grande o pequeño, uno de estos dulces siempre te sacará una sonrisa.
Hablamos de los pristiños y buñuelos, elaborados con una masa —a base de harina de trigo— que se frie hasta obtener ese apetitoso color dorado y la textura que tanto nos gusta. Nada como escuchar ese agradable crunch al primer mordisco.

4. Le pondrás miel a todo, siempre
Seguro que al leer el párrafo anterior, te quedaste pensando en que a esos pristiños y buñuelos les faltaba algo. Para ese complemento perfecto de la mayoría de dulces quiteños, hemos reservado todo un mandamiento.
La miel de panela, ese brillante y acaramelado syrup, nos gusta tanto porque tiene un sabor ligeramente anisado, que le da ese toque navideño a la mayoría de los postres tradicionales de estas fechas.
Es increíble que, con tan solo panela, agua de anís y jugo de limón, se pueda preparar esta miel tan irresistible. Esperamos que al leerlo, te suceda como a nosotros, y empieces a percibir su inconfundible aroma dulce en el ambiente.

5. Tu casa tendrá un aroma que traerá recuerdos
Todos, alguna vez, hemos usado la expresión “huele a Navidad”; y sabemos que, de inmediato, las personas a nuestro alrededor saben de lo que estamos hablando e incluso lo perciben también.
Ahora, a resolver el misterio. ¿A qué huele la Navidad? Podríamos hablar de pavo, salsa de arándanos e incluso chocolate. Pero, lo que hace tan especial al aroma navideño, es el conjunto de especias que activan la memoria, nos hacen volver a la infancia y desear hornear en familia una vez más: canela, anís y clavo de olor.
Con todo este despliegue de tradiciones culinarias navideñas, estamos seguros de que se ha despertado tu apetito y también tus mejores recuerdos. Cuéntanos, ¿cuál es ese plato infaltable en tu cena navideña?
Buen provecho y ¡Feliz foodie Navidad!
Michelle O. Fried
Que lindo, delicioso, dulce artículo. Me han conversado las abuelas de antes que les gustan aromatizar la miel (para pristiños y/o buñuelos) con naranjilla. La receta así sale en mi libro de cocina Comidas del Ecuador, publicado por primera vez el 1986. Actualmente está en su 19va edición.
pasaportefoodies
Que lindo detalle el que nos compartes Michelle! Nos encanta que este artículo haya despertado en ti los mis recuerdos que nos inspiraron a escribirlo. Nada como las recetas tradicionales y familiares, que pasan de generación en generación 🤗